miércoles, 30 de enero de 2013

El Soundtrack de tu vida #009



Andrés Rojas.

 Resumir experiencias musicales en una página de un blog (por mucho que sea el de uno de mis más grandes amigos) me resultó tan difícil (y entretenido) como lo era resumir lo que más me gustó de mis vacaciones en una de esas clásicas monografías de primer ciclo de educación básica. Esto porque, a lo largo de mi vida, las canciones que forman mi playlist han sido reproducidas en un “shuffle” cada vez más amplio y desordenado, alejándose por largos ratos de aquellos estilos que marcaron mi adolescencia o infancia, pero de vez en cuando volviendo para recordarme aquellos momentos, y a todas las personas que las vivieron conmigo.

Basta de cháchara y excusas: éste es mi soundtrack.

Un tema.

Best of You, Foo Fighters. Recuerdo haber escuchado este tema por primera vez en la radio, un día que iba a la U en el auto de mi papá, acompañado nada más ni nada menos que por el dueño de este blog (seguro ni lo recordabas xD), quién me dijo “mira wn, el tema emo de FF, está la raja”. En realidad era la raja, bajé los discos, guitarreé los temas, y éste se terminó convirtiendo en una especie de himno de muchas noches de jarana, dejándome hasta el día de hoy con una disfonía horrible cada vez que lo canto. Temazo.



Un disco.



Animals, Pink Floyd. Aquí diferimos en cuanto a gustos con Abel. El año pasado había leído La Granja Animal de Orwell, y en una conversación con amigos me enteré que este disco estaba basado en ese libro. Por curiosidad lo bajé y escuché, quedando absolutamente fascinado de las melodías y potencia del disco, con lo que rompí un dogma punk rock que arrastraba desde el liceo: los riff de guitarras y las pulsaciones rápidas de baterías son fundamentales para hacer canciones potentes. Me obsesioné, bajé la discografía completa de Pink Floyd, me di cuenta de la cantidad de armonías presentes en los temas, de la preciosidad de los solos de guitarra (sin caer en el virtuosismo vacío y sin espíritu que tanto detesto) y de lo espectacular que son las conceptualizaciones en sus discos, que hacen que el American Idiot de Green Day parezca una obra de teatro de 4to medio al lado de una película de Kubrick (con todo respeto).

Una banda.

The Ramones. 4 notas, 100% actitud. Nada que agregar.



Un show.

Pearl Jam (Chile, 2005) Fue el primer show grande al que fui con mis amigos. Cantar, gritar, bailar a una banda que habías escuchado por tanto tiempo, y darte cuenta que los tenías a 20 metros, es realmente una de las cosas más impresionantes que pueden pasar. Creo que este show nos marcó a los 3 amigos con los que lo disfrutamos, permaneciendo como una fantasía de la banda que queríamos formar, del show que queríamos hacer, y por sobre todo, del hecho de no querer alejarnos jamás de la música, independiente de lo que hagamos de nuestras vidas personales. Inolvidable.



NdelE: Corría el año 2001 y con un par de compañeros subimos a la población Carlos Mahns (Alsina) a hacer un trabajo a la casa de Andrés. Le preguntamos a unos niños que jugaban en la cancha por él. "Aaah, el Garra! sí, vive a una cuadra". El apodo es una adaptación del que tuviera su padre "el Garrincha" y nosotros nos encargamos de bajar aquél sobrenombre del cerro y hacerlo de conocimiento popular y utilizado hasta el día de hoy. Desde ese tiempo que de a poco empezamos a crecer, a escuchar cassettes, a hacer cosas, hasta formar las primeras bandas, ir con la batería de un cerro para otro, conseguirse guitarras y amplis por aquí y por allá y ensayar en el garage al lado de mi casa arriba del camión. Qué bonitos tiempos. Hemos compartido casi la mitad de la vida con este hombre y parecía ayer cuando le dijimos "Hueón, vai a entrar a medicina, te vai a demorar caleta" y ahí está ya trabajando. Me llena de orgullo que sea una persona que no cambia y me alegra siempre confirmar que es de los pocos con los que uno siempre puede contar. Que siga la amistad y el rocanrol por hartos años más.