Debo decir que estaba ansioso. A lo mejor fue producto del aburrimiento que me provocó una fomísima jornada de trabajo el día viernes. Cuando en la radio la hora indicaba que eran las 19 horas, lo primero que pensé mientras doblaba papel kraft fue "oh, quedan 24 horas para el gran momento". Y así, a cada rato formaba mis propias expectativas de lo que iba a suceder. Bueno, en resumidas cuentas, salí del trabajo, fui a un show para hacer hora antes de ir al terminal y encontrarme de nuevo con la "gran" capital. El panorama era lo mismo de siempre, metro aglomerado, el maldito smog que me tapa la nariz, agua asquerosamente mala, gente alterada y un largo etcétera. Obvié todos esos detalles y seguí mi marcha hasta la casa de mi amigo Juljo. Saltándome la parte del consumismo, el almuerzo y las caminatas sin polera por la calle, llegamos al galpón Víctor Jara como a las 7 y media. Entramos y estaba tocando Tiempos de Honor. El sonido estaba como cañón, y la banda estaba ejerciendo un buen desplante escénico. Buen apoyo por parte del público que empezaba a llenar el local de a poco. Una presentación breve, que denotó la calidad de la banda y que se merecían abrir un show de este calibre. Bien por ellos y ojalá que sigan adelante ya que su futuro se avista promisorio.
Pasado un rato se sube al escenario Asunto. Esta presentación me tenía en la incertidumbre. Es sabido que Asunto toca tarde mal y nunca actualmente en shows de hardcore propiamente tal. Sus últimos discos son la muestra de porqué cambiaron de escena y lo que hacen ahora no es de mi agrado, aunque debo reconocer que la calidad sonora y musical igual es buena, y la trayectoria también los acredita para estar presentes en esta oportunidad (que yo creo era lo que estuvieron esperando toda la vida). Yo siempre pensé que para este show deberían tocar del disco Confrontación para atrás, ya que esas son las placas que tienen más relación con el hardcore y que lo acercan más al público objetivo de la tarde. Empezaron tocando el tema que le da el nombre al álbum del 2003, siguiendo con "Mi oposición es de-ter-mi-nante". Lo mejor sin duda es cuando se ponen a tocar "Rechazo" del disco "Renacer". Fue uno de los momentos álgidos de la tarde, y que hasta a mí me hicieron cantar. Luego "Vegan" y "Renacer" siguieron dándole el brillo a la jornada. Se notó la preferencia por el material más clásico, ya quelos temas de los discos más nuevos que tocaron no tuvieron mucha respuesta del público aparte de un par de personas cantando y otras pocas cabeceando o moviendo la patita. El otro momento de gloria fue con su clásico cover de su banda paralela (hasta eso lo hacían en su tiempo como EC con Path Of Resistance) Me refiero a Cuestión de Respeto y el tema "Straight Edge" que hizo corear y levantar el dedo índice al cielo a una gran parte de los presentes. Aunque habían otros varios que sólo se remitían a cantar "YO FUIIII Straight Edge!". El cierre con otro tema de los nuevos (con coros melódicos incluídos) y se da por terminada la presentación de Asunto.
Ahora después, otra media hora de angustiante espera y las expectativas seguían en aumento. Se apagan las luces y una música que tenía pinta de soundtrack de película tipo Trainspotting empezó a sonar. El momento había llegado. De a uno empiezan a entrar todos los miembros de la banda, y el primer acorde empieza a sonar. Imposible no reconocerlo, "The wrath of sanity" empezaba a demoler el Víctor Jara. Con esos primeros acordes mis expectativas estaban cumplidas, ya que ese era uno de los temas que iba a escuchar. Jamás pensé que lo iban a tocar primero, pero eso daba lo mismo. Todo pasó a segundo plano mientras todos coreaban la canción.
Notable detalle a destacar fue que tocaron harto material antiguo, de sus dos primeros EP's más una selección de lo mejor de sus diez años de carrera en primera instancia. Nada de Slither, un solo tema de "Breed the killers" (End Begins) y todo lo que se llaman los clásicos, aquellos temas que aquél que pagó los 10 mil pesos por entrar debía saber. Momentos álgidos de la presentación fueron el "circle pit old school" que se armó a pedido de Karl en "All out war" o el coro más multitudinario que había escuchado en "Gomorrah's season ends" cuando cientos gritaron (bueno, gritamos) "I am straight edge". Fueron momentos de esos en que se te erizan los pelos del cuerpo y te sientes emocionado. El show empezó a bajar puntos cuando las guitarras se perdieron y el bajo se escuchaba muy FUERTE para ser BAJO. Aparte, entre tanto estironeo, el micrófono de Karl empezó a oírse cortado, lo cual era muy molesto.
Lo que volvió a subirle puntos a la presentación fueron los nuevos temas prontos a lanzarse en un álbum este 2009. Me dediqué a escuchar los temas y están con la crudeza y pesadez de "Destroy the machines" pero mezclado con la precisión y toques de hit radial que tiene "Breed the killers" lo cual dejaba temas digeribles y headbangeables.
Luego Karl se puso a contar una historia (esto es lo que mis amigos y yo entendimos, si alguien está en desacuerdo, deje su comentario) sobre un joven llamado Walter, que tenía un hermano que estaba metido en la droga, que un día fue a hablar con el dealer que proveía de estupefacientes a su hermano y lo encaró diciéndole que no le vendiera más. El le respondió que era estúpido porque si él lo dejaba de hacer, alguien más lo haría. Finalmente, Walter fue a la casa del dealer, se metió al patio trasero y quemó toda su plantación. También Karl hizo referencias al straight edge como una postura de por vida, y como una manera de hacer revolución.
Luego los últimos temas con "Firestorm" con Raúl de Asunto como invitado (no sé para qué, más encima tenía toda la pinta de que no se sabía la letra) para cerrar la tanda, y a los minutos regresar y tocar "New Ethic" y "Stand By" para cerrar con broche de oro esta velada que fue de ensueño para los seguidores de la banda y mesurada para los más exigentes. Está claro que faltaron algunos temas, que el show se hizo un poco corto y que el sonido no acompañó a ratos, pero ver a uno de los actos más importantes del hardcore mundial de la década de los 90 no es algo que suceda todos los días. Sin lugar a dudas, este show queda dentro de los top 5 de los más importantes a los que he asistido, porque Earth Crisis es una de las bandas que forma parte del soundtrack de mi vida y esta fue una ocasión cumbre que valió la pena presenciar.
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